Una protesta de vecinos de Gondomar eclipsa el debate sobre las cajas en la Diputación

La indignación de una veintena de vecinos de Gondomar por la moción de censura que sentó al PP en el gobierno local de la villa eclipsó el debate del pleno de la Diputación de Pontevedra, en el que la fusión de las cajas gallegas ocupó la mayor parte. Durante más de una hora se registraron interrupciones de los vecinos al grito de “¡corruptos!, ¡que se fusionen los chorizos! y ¡falar das cousas que interesan a xente: o paro e a corrupción!”.
La protesta tuvo espectadores de excepción: un grupo de alumnos del CEIP Julia Becerra Malvar de Ribadumia y del IES Ricardo Mella de Vigo.
Si la polémica por el futuro financiero gallego, no por esperada, fue tensa y tediosa, la condena a través de una declaración institucional por las “manifestacións pexorativas” de la diputada de UPyD Rosa Díez, obtuvo la unanimidad de los diputados de los tres partidos con representación en la corporación provincial: PP, PSOE y BNG.
El largo debate sobre el futuro de las cajas gallegas arrancó con una moción del BNG para pedir la adhesión de la Diputación al manifiesto “Galiza ten dereito”, en defensa de una ley de cajas que abra la puerta a una posible fusión entre las dos entidades gallegas: Caixanova y Caixa Galicia.
En el escenario provincial, una vez más, BNG y PP escenificaron su postura común en este tema y el PSOE mantuvo una abierta discrepancia. En lo que sí llegaron a un acuerdo fue en la designación de los cuatro representantes que enviará la Diputación de Pontevedra a la próxima asamblea general de Caixanova.
La corporación provincial aprobó un reparto de esta representación en los siguientes términos: dos nombramientos a cargo del PP, uno del PSOE y uno del BNG y ello aunque la coalición nacionalista no alcanza el coeficiente para sentar a un portavoz, pero los populares le cedieron el puesto.

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