Publicábase hoxe en no Xornal de Galicia a noticia seguinte sobre as mocións de censura instigadas polo Partido Popular. É curioso comprobar como van caendo os bipartitos ou gobernos en minoría como consecuencia da pouca conciencia política dos que "ostentan" o poder:
Cuando falta poco más de un año para las próximas elecciones municipales, el PP ha impulsado dos mociones de censura en menos de una semana en las localidades de Silleda y Láncara. Si bien en el primer caso, la dirección autonómica del PP desautorizó la iniciativa que sacará de la alcaldía a la socialista Paula Fernández, en el ayuntamiento lucense de Láncara los conservadores entienden que al ser la lista del PP la más votada el cambio de gobierno es legal. Sin embargo, el PSOE, a través de su coordinador provincial, Luís Ángel Lago Lage, lo señala como “un nuevo caso de transfuguismo con el PP de por medio”, ya que en lo que va de legislatura un total de siete municipios gallegos –Santa Comba, Trives, Mos, Gondomar, Abegondo, Silleda y Láncara– cambiaron de alcalde mediante este procedimiento impulsado en su totalidad por el Partido Popular.
Ante la avalancha de mociones de censura en Galicia, el caso de Silleda llegó ayer a la política estatal. El propio ministro de Fomento y vicesecretario general del PSOE, José Blanco, lamentó que el líder del PP, Mariano Rajoy, no condenase la moción de censura. Blanco acusa a Rajoy de “mantener un doble lenguaje cuando habla de este tipo de situaciones”, en alusión a las duras críticas que los populares dedicaron as los socialistas ante el reciente caso de Benidorm.
A pesar de que Alberto Núñez Feijóo, líder del PPdeG y presidente de la Xunta, condenó la moción, la postura de los populares varía en función de la localidad en la que la impulsan. El de Silleda y Láncara es otro de los ejemplos de hasta dónde están dispuestos a llegar los populares con tal de alcanzar las alcaldías que no consiguieron en las urnas.
Lo deseable es que los partidos políticos cumplan el pacto antitransfuguismo, por higiene política y por decencia. Pero, sobre todo, cabe reclamar al PP un comportamiento acorde con lo que representa, y se le debe de exigir responsabilidad política a un partido que ostenta el Gobierno gallego gracias a los votos de los ciudadanos y no con mociones de censura.